martes, 15 de septiembre de 2009

Per¡oD¡sMo De Op¡N¡óN

¿CONSTRUYENDO LA PAZ?



Alejandra Llerena Montenegro


No cabe duda de que son muchas poblaciones las que se ven enfrentadas actualmente a diferentes problemáticas de orden social, como el conflicto armado y los cultivos ilícitos, que por ende suscitan el desplazamiento, situación que más aqueja al estado colombiano. Por tal motivo, son diversas organizaciones las que se han propuesto repensar el proceso de paz, con el fin de construir estrategias que permitan una óptima articulación entre los miembros dirigentes (Comisión de Conciliación Nacional, Programa de Reconciliación de la Diócesis de Sincelejo) y la sociedad civil.

Para ello, se realizó el miércoles 9 de septiembre del presente año el foro “Construcción de Acuerdos Mínimos de Paz y Reconciliación desde la Región” en el auditorio Madre Caridad Brader de la Universidad Mariana-Pasto, cuyo objetivo se fundamentó en el desarrollo humano integral. Aprovechando además el día nacional de los Derechos Humanos y la celebración del Jubileo de la Diócesis de Pasto en sus 150 años.

Entonces, ésta semana por la paz quiso ser el marco donde de alguna u otra manera se generará un compromiso por la reconciliación social y política de Colombia. Pero...¿serán suficientes las iniciativas de unos pocos, para combatir el mal de muchos?, ¿o somos nosotros los que estamos empeñados en afirmar una vez más que la violencia en todo el sentido de la palabra es un tanto difícil de combatir?.

Y es en este orden de ideas que probablemente nos inclinemos por la segunda opción, y por qué se preguntarán algunos, sencillamente porque la sociedad no puede ser ajena a una realidad latente que por más que se la quiera derrocar, no se lo va a lograr. Se la puede “apaciguar”, pero no pretender aniquilarla por completo.

Para no ir más lejos, un claro ejemplo de ello son los métodos que está ejerciendo el gobernador Antonio Navarro Wolf para combatir los cultivos de coca, ya que Nariño con 19.600 hectáreas posee la mayor cantidad de dichas siembras en Colombia. Representando el 24% de cultivos ilegales, señalando además que en los municipios donde hay coca, la tasa de homicidios es mayor.

Por consiguiente, Navarro afirmó “la necesidad de concebir espacios para el desarrollo rural para campesinos de escasos recursos en zonas marginadas es vital, donde la responsabilidad del gobierno también se vea reflejada en espacios para la educación, salud y atención a las víctimas del conflicto.

Con respecto a los cultivos ilícitos, se le propuso al gobierno nacional un mecanismo diferente al ejercicio de autoridad que se venía ejecutando, ese es la fumigación de dichos cultivos, la erradicación parcial”.


En éste sentido, se debería movilizar la voluntad de los ciudadanos, lastimosamente un consenso requiere esfuerzos múltiples y para ello hay mucho camino por recorrer. Es verdad que juntos logramos muchos triunfos, y es mentira que juntos logramos la paz, puesto que los conflictos siempre van estar allí, presentes en nuestra vida y las diferencias aún más.

O pongámonos a pensar por un momento que si todo fuera tan fácil, ¿por qué los blancos siguen matando a miembros de comunidades afrocolombianas?, o ¿por qué individuos de una misma comunidad se matan entre ellos?...¿si supuestamente somos iguales?, otra gran mentira. Por eso, la máxima exaltación de la vida no representa un auténtico Consenso de Paz.

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