sábado, 2 de mayo de 2009

Lo MeJoR dEl PeR¡Od¡sMo CoLoMb¡aNo

PREMIOS SIMÓN BOLIVAR 2007
TRABAJO REVELACIÓN
CRÓNICA O REPORTAJE
GANADOR DIEGO ENRÍQUEZ RENGIFO
“DOÑA INÉS”
TELEPACIFICO
DURACIÓN 3’

OP¡N¡ÓN

Alejandra Llerena Montenegro

¿ACASO NO SON SERES HUMANOS?

Pocas veces es valorado el esfuerzo y la dedicación de toda una vida. Aquellas personas que han vivido lo suficiente y que por lo tanto tiene más experiencia que otras, son vistas como lo que queda de una sociedad y no como seres dotados de grandeza y sabiduría que al igual que todos sienten, piensan y reaccionan ante diferentes situaciones de la realidad en la cual subsisten.

Un ejemplo de ello es Inés Vargas Pérez, una historia en la cual Rengifo se inmiscuyó mostrando a una “anciana” que aún vive de recuerdos, lo único que la mantiene de pie para seguir adelante todos los días. Ese el gran amor que sintió por Joaquín, un hombre al que ella aprendió a querer y que ahora sufre porque ya no está.

El periodista muestra con imágenes las condiciones en las que vive Doña Inés, ella tiene que atravesar caminos en precarias condiciones, los cuales no son aptos para una persona que debería estar descansando y no reciclando papeles en pro de su bienestar. La inmersión de Rengifo es tal, que transmite a los televidentes el gran dolor que siente ésta señora al verse sola y sentirse abandonada por aquellas personas que alguna vez fueron su familia.

No es justo que personas en estas condiciones sigan respirando el mismo aire, ese que se transforma en una monotonía que con el transcurso del tiempo les recuerda en lo que se ha convertido su vida. Mucho menos es concebible la idea de que el Estado no haga nada por personas que realmente necesitan una mano que los desconecte de lo que ha venido siendo su existencia.

Quizá, esa fue la parte del trabajo periodístico que faltó, mostrar la respuesta del Gobierno ante éste tipo de situaciones, el por qué de seguir permitiendo que adultos mayores como Doña Inés continúen llevando su vida en esas condiciones.

Sin embargo, cabe destacar el grado de confianza que el periodista logra con el personaje, y cómo muestra su única compañía la soledad, esa que se alimenta con cada lágrima que doña Inés derrama de sus ojos cansados de buscar alguna razón en relación con lo que le está sucediendo.

Entonces, es el momento en el que nos preguntemos qué estamos haciendo por nosotros mismos, porque querámoslo o no algún día llegaremos hasta allá o lo que es peor nunca llegar, lo que implicaría no tener ningún recuerdo que nos mantenga vivos; y mucho menos personas en las que hayamos dejado huella.

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